¿Qué tener en cuenta para saber si mi piel es madura?
Esta es una pregunta que todas nos hacemos al momento de elegir los productos adecuados para cuidar nuestra piel.
Es importante destacar que no hay una respuesta única, que a través de los años los parámetros de edad fueron cambiando y no son los únicos a tener en cuenta.
Hoy nos cuidamos más nuestra piel y utilizamos rutinas para prevenir el envejecimiento prematuro. Somos más conscientes del daño causado por malos hábitos como fumar, largas exposiciones al sol, malos hábitos alimenticios, malos hábitos de sueño y mal manejo del estrés.
En términos generales podemos decir que hoy nos referimos a piel madura, a partir de los 45 años, aunque no hay parámetros standard, por el hecho de que el estado de la piel puede variar mucho en función de cada persona.
Las pieles maduras, independientemente de la edad, son en general pieles dañadas, con carencias severas de hidratación, desvitalizadas, opacas, con manchas, pérdida de elasticidad y firmeza, con presencia de arrugas marcadas.
El estado general de la piel depende de muchos factores, aunque podemos mencionar 3 grandes grupos:
1. Externos y ambientales: la radiación solar, la contaminación, el frío.
2. Hábitos personales: la alimentación, el tabaco, el alcohol, el estrés.
3. Internos: factores hormonales e incluso patologías que podemos padecer en determinados momentos de la vida.
Con la edad y la exposición a los factores externos, la piel comienza a tener cambios en su estructura. A los signos visibles se corresponde, una disminución de la cantidad y la actividad de los fibroblastos, así como la síntesis de colágeno y elastina, produciendo una piel más delgada y frágil con pérdida de firmeza y elasticidad. Por otro lado el cutis también se ve más seco y apagado. Lo segundo ocurre porque existe una disminución progresiva del recambio celular, la eliminación de las células muertas y regeneración cutánea, por lo que la piel se ve más apagada.
Resumiendo entonces los signos que podemos evaluar son:
• Mi piel está más fina, seca o deshidratada.
• Presenta falta de luminosidad, de color más pálido.
• Tiene signos de flacidez, falta de tonicidad y firmeza.
• Se ven arrugas marcadas y profundas.
• Tengo manchas (lentigos solares) o hiperpigmentaciones.
